lunes, 31 de mayo de 2010

LA BRISA DEL ESTE

La brisa del este corre sobre el lago marcando ondas en las quietas aguas. ¿Ondas… ¿Olas… ¿Agua corriente o estancada? La brisa del este empuja las mansas aguas sobre las playas y sin alarde de espuma blanca simula el fin de una jornada. Lago transparente. Espacio cerrado, sin meandros ni afluentes visibles que circulen sus aguas. Subterráneo mundo de cavernas, manantiales… manto acuático. Embalse insomne que alimenta de lluvia y evapora con soles su sangre de plata. Universo enclaustrado de peces y algas. Paraíso de ensueño, reproducción y caza. Mutable escenario de estaciones complejas. Reflejo de vida que cambia y avanza. Espacio limitado, por riberas marcadas, que fluye callado en simulada calma.
Al igual que el lago responde mi alma a brisa de amores que del este avanza y la empuja suave, para que me embruje y robe mi calma. Entra por mis ojos, oídos y olfato, el tacto y el gusto, como bocanada de aire que aspiro. Confunde mi mente. Recorre mi cuerpo. Domina mi alma… Espacio limitado de músculos, huesos, glándulas, cartílagos, membranas… irrigado de sangre, que los impulsos comanda. Perfecta armonía que sin razonar responde a la orden de perpetuar el alba y planta en tu vientre la energía de amor que avanza. ¡Intensa vida del lago, en su aparente calma!

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