YA NO ME DUELE TU NOMBRE
Ya no me duele tu nombre.
Sus sílabas corren por mi piel, como agua de lluvia.
Ya no tiemblo ante tu aliento, ni me hipnotizan
tus palabras.
Ya no siento ternura cuando te pienso,
ni pretendo adivinar tu pensamiento,
más allá del beso.
Ya no extraño tu voz, ni tu presencia
y puedo ver el alba y el ocaso sin que vengas
a mi sentimiento.
Ya me embruja el perfume de gardenias y azucenas
sin que el aroma de tu piel se imponga,
y sueño con ángeles, edenes y paraísos
sin que el constante de tu imagen se adueñe.
Ya, cuando me alejo,
ni celos ni miedo ni añoranzas me acompañan.
Ya no me duele tu nombre,
sus sílabas resbalan por mi piel sin dejar huellas...
¡porque ya no te quiero!
lunes, 31 de mayo de 2010
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